lunes, 8 de noviembre de 2010

Blanquito el aventurero


Erase una vez un ratoncito de nombre Blanquito. Blanquito vivía en una biblioteca, pero no en cualquier !no, no... en el colegio Cañada Blanch en Londres! !Le encanta ese colegio! Los alumnos son extraordinarios y amabilísimos.
Un día como cualquier otro, fue a buscar el trozo de queso que Sita le dejaba en la esquina oeste de la biblioteca. De repente, !Poff! el libro de Gustavo Roldán y en vez de aplastar a Blanquito se lo tragó. No entendía nada de nada y fue entonces cuando se dio cuenta de que no estaba en la biblioteca. !No entendía nada! ¿Dónde estaba? Empezó a caminar, a caminar y a caminar y se dio cuenta que de que estaba en el Polo Norte !Qué frío tenia! También estaba cansado, muy requete cansado y por eso cayó redondo al suelo y se quedó profundamente dormido.
Cuando se despertó empezó a temblar de nuevo. Ahí mismito, delante de él había un enorme oso polar tan blanco como la nieve. Blanquito pensó que si se queba muy quietecito el gran oso no le atacaría porque quedaría camuflado por la nieve. La idea funcionó. El gran oso se cansó de mirar de donde venía el ruidito. Así que dio media vuelta y marchó.
¿Te acuerdas cuando comenzó a caminar y se encontró en el Polo Norte? Pues ahora se encontró una puerta en el Polo Norte. La abrió y ahí había una escalera altísima: ¿donde iría a parar? Con mucho cuidado empezó a bajar la escalera. Habían 954 escalones. !Qué calor! Estaba empapado de sudor. El sol brillaba muchísimo. El cielo era de un azul precioso y los zapatos se habían llenado de arena. Vio como su pelo blanco se puso rosa, despues rojo y como que le picaba, empezó a dar saltos de dolor y no podía parar. Fue entonces cuando vio una casita a lo lejos. Empezó a caminar, a caminar y a caminar hasta que llegó a la casita. Abrió la puerta y entró muy despacito. Vio dos patas negras y peludas. !Qué miedo tenía! !Era un gato! Si el gato lo descubría, Blanquito sería su cena. Corrió, corrió y corrió, pero el gato lo atrapó en una esquina. Se fijó que el gato tenía una mancha marrón en el pie izquierdo. Ese era el gato sin nombre de la biblioteca. Y se vio salvado.
Sabía que esta historia se la tenía que contar a alguien: !Mercedes!
F I N

6 comentarios:

  1. Me gusto el detalle de la historia i como es.

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  2. ¡HOLA TOM!

    LA HISTORIA ESTA GUAY,Y CON LOS COLORES...

    UNAS COSAS QUE TE TENGO QUE DECIR:

    .CUANDO HAS ESCRITO UNA ¡(EXCLAMACION),EN VEZ HAS ESCRITO UNA !

    .¡Y NO TE OLVIDES LOS PARRAFOS!


    CHAO,

    DE

    ELENA

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  3. Tom, esta muy bien tu post. ¡Ya tiene etiqueta!
    ¿Qué tal si le haces unos dibujos, luego las fotos y aprendes a colgarlas?
    Well done!
    Doña Díriga

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  4. ¡Hola Tom! Soy Balbina, la profe en prácticas de la clase de los Leones, de infantil.
    Es muy original tu historia y aunque el Ratoncito blanco tuvo un poco de miedo, seguro que descubrió miles de cosas nuevas. ¡Esa es la riqueza de viajar por los cuentos y los libros!

    Balbina.

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  5. Me encanta ver que ya has publicado. ¡Y qué bien está!. Me he permitido la licencia de poner las letras en negrita, porque ya sabes que estoy un poco "cegata" y así lo leo mucho mejor. Espero que no te importe....
    !Sigue así!
    Carmen

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  6. tom te ha salido super chuli angeles

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